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2013/05/25

Encuentra las diferencias

Freddy Krueger también ha pasado por Corporación Dermoestética

Realizar este juego de buscar las diferencias ha costado más o menos un año. Cuando empecé con esto de las caricaturas, me enfrenté a dos problemas: uno era el obvio, el de hacer reconocible el rostro de una persona añadiéndole un componente de humor o exageración. El segundo era el del coloreado, con todo lo que lo rodea: texturas, luz, etc.

Evidentemente, los problemas siguen sin estar resueltos del todo, cuando veo ciertas ilustraciones de gente que lleva más tiempo casi me dan ganas de retirar de la luz pública todo lo que voy haciendo y quemarlo mientras hago algún tipo de danza ritual. Por no hablar de las horas que me lleva hacer algo que a otros parece que les sale de forma insultantemente natural. Pero hace poco decidí revisar uno de los primeros trabajos con el que no quedé del todo contento en su día, ni siquiera lo he llegado a imprimir (por lo visto, dibujaba por encima de mis posibilidades). La base estaba, mejor o peor, así que ya tenía bastante trabajo adelantado y me intrigaba saber cómo resolvería la misma ilustración un año después. El ejercicio tendría como consecuencia, para mal o para bien, la posibilidad de ver el grado de evolución de una actividad a la que (gracias, puto paro) he dedicado bastantes horas en los últimos tiempos. Y aquí está el resultado. ¿Mejorable? Sin duda. Pero poder mirar atrás y ver que has avanzado por buen camino, no está mal.

En todo caso, la verdadera prueba de fuego reside en las caricaturas personalizadas. Creo que Robert De Niro o Johnny Depp nunca vendrán a quejarse si no les gustan mis dibujos, pero aquellas personas que hacen encargos, tienen una lógica expectativa de calidad y si no les gusta te lo harán saber, que para eso pagan. Por suerte, en mi breve carrera, todos han quedado bastante contentos...

2013/05/01

Nueva tienda online

Ya es oficial, ya tenemos tienda online donde comprar las caricaturas. A lo largo del tiempo, son muchas las ocasiones en las que me he topado con recomendaciones sobre abrir una tienda online cuando se trata de vender a pequeña escala tu trabajo, digamos, artesano. Y una de las que se recomiendan con más frecuencia, imagino que por ser de las que más tráfico tiene, es Etsy.

Mi extravagante reticencia a pagar por algo que puedo hacer gratis, como es promocionar mi trabajo por la red (a través de este blog que estáis leyendo o Facebook, por poner un par de ejemplos), me había alejado de este tipo de métodos comerciales. Además creo que algo como un blog es mejor por muchas razones, contiene valores añadidos a la frialdad de una tienda alojada en un portal con miles y miles de tiendas más. Cierto es también que muchos, cuando quieren comprar algo, van a webs que se dedican precisamente a eso, a vender. Pero no me hacía gracia la idea de pasar por el aro, pagar comisiones a gente que creo que se lucra más de la cuenta con el trabajo ajeno; porque una cosa es que cobren por permitir que te publicites en su web  y otra que cobren por cada transacción, como si ellos fueran a encargarse de hacer el envío o cualquier otra cosa que les requiriera el más mínimo esfuerzo (¡bienvenidos al capitalismo!).


El flamante escaparate de la nueva tienda.

La realidad es que tras sopesar que el coste de abrir la tienda es razonablemente bajo y que los demás canales de difusión no me están haciendo millonario (para mi sorpresa), he decidido probar suerte durante una temporada, a pesar de que en este caso las caricaturas personalizadas quedan un poco eclipsadas por las de personajes famosos. Mayor difusión en general y presencia en una "web-mercado", dos factores que en el peor de los casos, no restarán. Lo malo es que con la masificación existente en este tipo de lugares, es tan difícil destacar que dudo mucho que compense, salvo excepciones. Como la lotería. Me voy, a ver si encuentro un trébol de cuatro hojas...